Las tortugas marinas son ejemplos de animales que dependen de los bancos de arena para sobrevivir, ya que ponen sus huevos en las playas. Con la creciente urbanización, se ven directamente afectados. El exceso de luz artificial cerca de las playas puede provocar confusión entre los polluelos tras abandonar sus nidos, atrayéndolos hacia el lado equivocado, dificultándoles su salida al mar y aumentando sus posibilidades de depredación, captura y atropello fuera del agua. Además, los individuos adultos pueden ser capturados por las redes de pesca, reduciendo su población.